lunes, septiembre 08, 2008

ultraviolarte


hoy quiero destrozar todos tus versos, ultraviolarlos ahora, que no es completamente viernes. 

Harta de que decidas regalarme París con tus versos y bordar las Meninas sobre todas las sábanas de Washington. Cansada de que me preguntes si este rostro es mi rostro, de que me digas que estoy loca porque te recito a Petrarca de memoria, de que me atraques pidiéndome mis labios o la vida, de que me digas que es extrañamente hermoso que esté aquí, que vas a ofrecerme Granada llena de muerte si acepto el infierno con mi mano.
¿Por que coño me hablas del amor que tenias entonces, del color de las lámparas de gas y de aquel cansado septiembre? Luego paso al contraaque, fingir felicidad, estar ficticiamente enamorada de tus versos. Recuerdo a diario que yo existo tan sólo en este libro.

Hoy te dejo esta carta sin héroes encima de la mesa. No hay intención en ella, ni demanda moral ni instinto atormentado:

"MONTERO, OLVIDATE DE MÍ SI ESTÁS CONMIGO".

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

si es él, Montero cuelga de un arbol sin tocar con los pies el suelo, lo intentaba descalzo...

4:38 p. m.  

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