tic-tic-tic... sobre las diez te llamo y te despierto, para decir que tengo diez llamadas, otra reunión, seis mails de propaganda, una mañana espesa, varias citas y nostalgia de ti. el teléfono tiene rumor de nieve y lejanía. tic-tic-tic... sobre las doce y media me llama maría para contarme por encima las triquiñuelas que llevamos en común. tic-tic-tic...  el teléfono quiere espuma de cerveza, aunque no, la mañana en el despacho no es hermosa ni rubia.

tic-tic-tic... sobre las cuatro y media comunica tu siesta. tic-tic-tic... hoy martita no llama. tic-tic-tic...  me llamas a las seis para decirme que sales disparado a inmortalizar alguna noticia, que se queda quique en casa, que te aburre esta vida, pero a las siete debes estar en no sé dónde, y a las ocho te esperan en la presentación de no se quién y luego sufres restaurantes y copas con algunos amigos para despedirte del trabajo. ¿si no se te hace tarde, me llamarás cuando llegues a casa? tic-tic-tic... y no se te hace tarde. sobre las doce y media te aseguro que no me has despertado. el teléfono busca ventanas encendidas en as calles desiertas y me alegra escuchar noticias de la noche, cotilleos de la premsa, que se te nota lo feliz que eres, que no haces otra cosa que hablar mucho de mí con todos los que hablas. tic-tic-tic... al otro lado de tu voz, al norte de las fronteras telefónicas.